martes, 26 de octubre de 2010

Justo a tiempo

 
El despertador  suena con su odiosa melodía la cual debe obligarlo a levantarse, pero el cansancio es tal que solo se molesta en apagarlo para que con su silencio le permita seguir soñando, después de unos minutos vuelve a sonar esta vez solo provoco que se levantara para arrogarlo a la pared, una tercera vez se escucha su fuerte melodía esta fue la definitiva pues al ver la hora se percato de lo tarde que era, rápidamente se metió a bañar y dos minutos después salio para vestirse apresurado pues su sueño en exceso lo había hecho retrasarse para llegar a esa clase tan importante.

Baja rápidamente la escaleras para dirigirse a la cocina y prepararse velozmente un café al cual solo le podrá dar unos sorbos, se lava los dientes toma su mochila y las llaves del coche, cierra fuertemente la puerta, sube al coche avienta sus cosas y mete la llave para descubrir que al darle vuelta no enciende, se enoja y pega en el volante provocando que el claxón suene, lo intenta una vez más, esta vez arranca.

Al salir a la avenida principal su enojo aumentará pues la fila de coches parece no tener fin, el ruido del murmuro de la ciudad, los gritos y los claxonazos hacen acto de presencia, en un intento por saber si ese tráfico del cual ya es parte es ocasionado por algún accidente o manifestación prende el radio buscando alguna voz amiga que le informe. Recorre toda la banda y no encuentra razón alguna, así que decide relajarse un poco subiendo los vidrios del coche para aminorar el ruido externo y sintoniza una estación de jazz para olvidar el caos.

Poco a poco logra avanzar hasta que pasa el embotellamiento, y al fin se libera de esa larga fila de coches, ante él solo queda su pie presionando el acelerador. Esto provoca que al llegar a la esquina de la escuela no observe el semáforo que cambia su luz de amarrillo a rojo indicándole que debía cambiar su pie del acelerador al freno. Un auto en sentido contrario avanza con el mismo ímpetu y al estar frente a frente se escucha el freno que rápidamente fue presionado evitando así un accidente y un retraso más, después de gritos y mentadas sigue su camino.

Al fin solo falta encontrar un lugar donde estacionarse, acelera al ver a lo lejos un cajón libre, rápidamente se estaciona, apaga su coche, toma su mochila, cierra el coche y corre tropezando con cuanta persona se le atraviesa, jadeando logra subir hasta el tercer piso donde al final del pasillo la puerta comienza a cerrarse, acelera el paso y logra detener la puerta antes de ser cerrada para descubrir que su cansancio lo llevo a cometer un error pues esa clase tan importante a la cual iba retrasado será el día de mañana. 

sábado, 4 de septiembre de 2010

Cuando éramos pequeñas...

Después de casi tres años pude tener contacto con una de la personas que más a marcado mi vida y que por cosas del destino no había cruzado con él más que miradas y algunas sonrisas.

Este hecho me hizo recordar como conocí a una buena amiga e inseparable compañera de aventuras, esa buena niña que siempre me hace sonreír llamada Jazmín.

Hace aproximadamente cuatro años que la conocí, pero mi timidez era tan extrema que tuvieron que pasar cerca de cuatro meses para poder entablar una buena conversación con ella, ciertamente la vida es muy curiosa, por que aunque no me pude acercar en ese tiempo a él joven mencionando anteriormente este mismo sirvió de pretexto para establecer el principio de una gran aventura.

Al comentarle a Jazmín las noticias más recientes de mi vida, como que aquel muchacho había vuelto a aparecer en mi vida, me dio ánimos para saludarlo, esto al final resulto productivo pues me dejo con un buen sabor de boca. Regresamos en el tiempo a esos momentos donde éramos pequeñas...

- ¿Recuerdas cuando te dije  que H... (mantendremos en anonimato) me gustaba ?
- jajaja si, yo te pregunte ¿quién es H...?

Vaya que pasa rápido el tiempo, ahora mi vida a cambiado y girado varias veces y ella sigue aquí, siempre sincera, logrando sorprenderme, dispuesta a escucharme y hacer cuanta cosa se nos ocurra, desde hacer un collar con plantas hasta caminar por donde sea tomando fotos y platicando, esa es mi gran amiga Jazmín, aquella que cada vez me deja con una sonrisa de oreja a oreja. Por todo eso y más gracias.

martes, 24 de agosto de 2010

Una gota de agua.

Alguna vez, mientras miraba la lluvia caer sobre el vidrio del camión, vino a mí una pregunta: ¿cómo es la vida de una gota de agua? Así que invente la siguiente historia:

Había una vez una gota de agua que era muy rebelde siempre se preguntaba por qué sus hermanas caían y se quedaban quietas esperando que el sol las llamará para estar a su lado, Cony (la gotita de agua), cada vez que caía buscaba nuevos caminos, observaba todo lo que pudiera, estuvo en valles, montañas, playas, ciudades en todo el mundo París, Londres, Tokio... buscaba el lugar a donde ella pertenecía, su hogar. Así que siguió viajando, haciendo amigos, pero aún no encontraba su hogar. 

Un día cansada decidió bajar a nadar en un lindo río, ahí se quedó soñando como sería el lugar a donde ella pertenecía, cuando despertó se encontró atrapada en una pequeña y transparente botella, asustada miro a su alrededor y notó que había muchas más botellas llenas de agua, de repente una mano se acercó a ella y tomo la botella que contenía a la pequeña Cony quien tenía los ojos cerrados pues no sabía que estaba ocurriendo, cuando abrió los ojos se encontraba dentro de una boca, la cual pertenecía a una joven que estaba enamorada. Cony como siempre sigo explorando donde estaba, mientras tanto la joven disfrutaba de una hermosa tarde al lado de su amando, quien le tenía una sorpresa al final del día.

Cony encontró grandes amigos, quienes le dijeron que estaba en al cuerpo humano y algunos órganos le explicaron como funcionaban y que la presencia de Cony y sus hermanas era vital  en ese sistema. Afuera el momento de la sorpresa había llegado y la presencia de Cony fue requerida al salir por los ojos de la chica quien lloraba de felicidad por qué su novio le había dicho que la amaba profundamente y le propuso matrimonio, en ese momento Cony supo que había encontrado su hogar, su razón de ser,  la felicidad.